viernes, 2 de mayo de 2014

familia Claussen



                                         
                                           LA  FAMILIA CLAUSSEN

    Si usted se ha admirado al recorrer el Parque Ecológico “”La Gallardina” en Carén, seguramente se asombrará al conocer el Hotel Hacienda “Juntas”. En estos 16 años de funcionamiento como hotel, Juntas se ha convertido en un refugio de descanso, privacidad  y de desconexión  para todos quienes la visiten. Llegan parejas, numerosas familias procedentes de distintos latitudes del país y del extranjero. Relajo y tranquilidad  y simples sensaciones con la “Q” de calidad y distinción  es lo que buscan y lo que sin duda, siempre encuentran. La visitan empresarios, ejecutivos, figuras de la televisión, y en comisión de trabajo o simplemente de vacaciones han pasado por este lugar los ex presidentes Patricio Aylwin, Eduardo Frei, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet
 Antes de dirigirnos a este famoso hotel y hacienda, quisimos saber por qué se llamaba Juntas. Nos explicaron que se debe a que en ese lugar se juntan los ríos Grande y Rapel  Antiguamente Juntas contaba con  un Oratorio según un registro de 1752, el que fue elevado a la categoría de iglesia Viceparroquial a partir de 1813, perteneciendo a la Parroquia del Corpus de Sotaquí. También existió una estación de Ferrocarriles del Estado en el sector.
 Desde la pujante  ciudad de Ovalle, IV Región, el viajero se interna hacia la comuna de  Monte Patria, bordeando el embalse Paloma, hasta llegar a Carén, en el Km. 28 de la ruta. A la derecha un  letrero de madera indica que ya se está en la hacienda. Un sendero de añosas palmeras da la bienvenida a esta casona idílica enclavada en un paisaje acogedor de más de 120 hectáreas. Su dueño es Carlos Claussen Calvo y su brazo derecho su hermana Rosa María
 La casona de dos pisos está rodeada de amplios jardines, corredores coloniales y una pileta al centro con  pequeñas y grandes tinajas, se impone  con una presencia que cautiva la mirada. Sus 18 acogedoras suites, con baño privado, dispuesto a recibir hasta cinco personas. Prima en la decoración  los muebles de pino oregón, la amplitud de sus espacios y la privilegiada vista hacia el valle, cubierta de parronales de uva de exportación. Desde aquí se respira historia y un relajo que apacigua a cualquiera.  Una sensación que se prolonga a través de sus cuatro salones, terrazas y jardines  centenarios, incluso en su gimnasio, canchas de tenis, salón de pool, tina de aguas calientes, sala de masajes, un restaurant de lujo, y una piscina semi olímpica.
                                      UN REFUGIO FAMILIAR
  La historia se remonta al año 1892, cuando doña Petronila Castro de Claussen compró la hacienda de 18 mil hectáreas para que sus tres hijos Alfredo, Arturo y Juan, aquejados  por problemas bronquiales se vinieran desde La Serena a vivir al interior de Ovalle. Petronila descendiente de una distinguida familia de la capital regional, se había casado con el inmigrante alemán  Johan Claussen de quien enviudó dejándola con sus tres hijos.
Alfredo, abogado, soltero, no tuvo necesidad de ejercerá la profesión; fue el que llevaba las cuentas del patrimonio familiar y administraba los gastos.
 Juan, matemático, también soltero, se dedicaba a sus cálculos, usaba un ala de la casona y no se lo podía molestar. Como le molestaba la luz solar, de día descansaba y de noche trabajaba en sus complejos cálculos. Fue un hombre que se adelantó a su época y encontraba soluciones  a problemas matemáticos que requerían ser desarrollados por  computadoras. El lo hacía en un cuaderno. Mantuvo una regular correspondencia con el científico alemán Werner Von Braun, constructor de los primeros proyectiles dirigidos y padre de los cohetes espaciales. Sus trabajos se encuentran en poder  de la Facultad de Matemáticas de la U. de Chile.
 Arturo, agricultor, se casó con Rosa  Vega, oriunda de Rapel. Sus hijos fueron  Paula, Carlos,  Clodomiro, Filomena,  Enrique, María Cristina,  y Juan.
 Juan Claussen Vega falleció soltero; Carlos Claussen Vega se casó con Marta  Rodríguez, hijos: Angélica y Patricia; Enrique Claussen Vega contrajo matrimonio con Inés  Calvo, hijos: Pedro Enrique, Bárbara, Rosa María y Carlos; Filomena Claussen Vega, casada con  Hans  Stembeuger, hijos  Arturo y Jorge: María Cristina Claussen Vega, casada con  Francisco Fushlocher, hijas Cecilia y Cristina; Paula Claussen Vega se casó  con Jilberto  Cantín Muñoz, hijos Patricio y Marcelo
                                    REPARTO DE LA HACIENDA
 Primero falleció la viuda Petronila Castro, a quien cariñosamente le decían doña Peta. Al morir  el último de los tres hermanos Claussen, se repartieron la hacienda Juntas, quedando tres paños que se dividieron para las mujeres. El terreno donde estaba  la casona     quedó para Paula Claussen Vega. Ella se lo heredó a sus dos hijos que no pudieron  mantenerla y quedó en muy malas condiciones.
 Un día en un funeral  Carlos Claussen Vega conversando con su primo  Patricio Cantín  Claussen, le comentó  que no podía sostener las deudas de la hacienda. Finalmente en 1995 Carlos decide  comprársela. Su idea era conservarla para reunir a la familia porque  todos tenían muy gratos recuerdos de su niñez y juventud.
 El proceso de reconstrucción  de la casona se hizo  contratando  a una cuadrilla de cien personas y se tardó dos años en terminarla porque se presentaron muchos detalles.
 Todos coincidieron en la idea de que fuese un hotel con el fin de que los ingresos permitieran  afrontar los gastos de mantención mientras  la familia no lo ocupara. En junio de 1997 se inauguró como hotel, o sea se lleva 16 años trabajando en el rubro.
 El espíritu de la familia fue seguir  utilizándolo parta vacaciones. Esto los llevó a publicitar el lugar y que las personas solo llegasen por el boca a boca. La temporada fuerte es de septiembre hasta diciembre porque realizan una serie de eventos, entre ellos matrimonios, cumpleaños, fiesta de Navidad, etc.
 El año 2012 iniciaron  el proceso de certificación  como  Hacienda de Lujo y fue un gran desafío  porque las exigían una serie de requisitos en materia de infraestructura. Contrataron  un asesor  para que  les ayudasen a revisar todos los requerimientos, especialmente de gestión. A comienzos del año pasado la empresa CESMEC  del grupo Bureau Ventas los auditó.
  No son  un hotel cinco estrellas, son el top de lo que puede llegar una hacienda y para postular a esto debe exigir también una historia que lo avale.
                                         AMPLIAS COMODIDADES
 La hacienda Juntas fue una de las principales  haciendas  de la provincia del Limarí y ha sido por más de 120 años propiedad de la familia Claussen. Se estima que la hacienda data de más de 200 años fácilmente.. En la actualidad la hacienda es un acogedor hotel que conserva su noble pasado colonial, destinado a turisdmo rtural con todas  las comodidades modernas.
 La magníficxa casona patronal posee 18 habitaciones donde  han llegado importantes personalidades, artistas nacionales e internacionales, y está inserta en un parque de dos hectáreas de superficie con árboles y estanques. Más allá del parque se cuenta con 90 hectáreas de viñedos, cultivos, potreros y bosq ues c entenarios que se extienden a lolargo de toda la ribera del río Limarí.
 En cuanto a las habitaciones, posee 18 suites que conservan todo su encanto centenario en mobiliario cómodo, simple y armónico, baño privado, televisión en cable y acceso inalámbrico e internet, todos tienen  vista al parque, al valle y a tres parronales circundantes. Las suites son amplias, de techos altos, frescas en verano y cálidos en invierna, gracias a sus otiginales y gruesos muros de adobe. Sus pisos son de ladrillo cocido en el primer piso y de tablonmes de pino          oregó n centenario en el segundo.
Ressspecto a los eventops, cuentan con cuatro hermosos salones totalmente equipados que sirven para realizar reuniones de negocios, conferencias, matrimonios, bautizos y variados eventos.
  El salón oregón posee 60 metros  cuadrados y tiene una capacidad para 70 personas, ideal para reuniones familiares íntimas o ejecutivas. El salón raulí  posee  40 metros cuadrados  y tiene una capacidad para 50 personas, ideal para juntas ejecutivas o pequeñas reuniones. El salón del valle, posee 150 metros cuadrados y tiene una capacidad para 200 personas ,ideal para elegantes eventos o íntimas reuniones.
 El restaurant room service atiende las 9 a 21 hrs..Se dispone de desayuno, buffet, almuerzo y cena.
 En materia de servicios se dispone de sala de ejercicio, sala de masajes, servicio de lavandería, servicio de traslado al aeropuerto de La Serena.
                                     RESTAURANTE  “ANKO”
 En los amplios salones de la casona, proyectados hacia una acogedora  terraza con vista al valle  y la piscina, está ubicado el restaurant Anko. El creador de su exótica y variada carta es el actual chef internacional Luis Garay, quien se instaló en este lugar para lograr que los pasajeros se sientan como invitados.
 Anko es una mezcla de cocina chilena y de la comida internacional. Su fuerte es el menú de  de cuatro y ocho tiempos, acompañados de un maridaje. Con estos  se hace  cada vez que  un invitado hace su reserva. Tome nota para su próxima visita.
 Pebre de harina tostada con salsa de betarraga y pan de vino tinto. Salteado caliente  de pollo con carne de res y queso de cabra saborizado  con setas, granada y hojas de oxsalis. Crema de brócolis, cebollines y zuchines espesado con harina  de arvejón  y sazonado con merquén. Lomo  veteado con salsa de borgoña en compañía de un sedoso puré de garbanzos y el imperdible  dulzor del postre  helado  de betarraga con yogurt de queso de cabra, merengue crocante asado y pétalos de dientes de león. Acto final una explosión de sabores  en el que la identidad de productos locales y silvestres marcan la diferencia.
                                         PASEOS Y ACTIVIDADES
  Los pasajeros tienen una variedad de actividades para distraerse en medio de un precioso paisaje. Pueden participar en un traking al cerro San Juan con una magnífica vista; caminatas por la ribera de los ríos Rapel y Grande; montar en caballos criollos dentro de la cancha de saltos del predio. También pueden realizar un recorrido por los viñedos.
  Los visitantes también pueden disfrutar de la piscina, sauna, gimnasio, jugar en las canchas de tenis, entretenerse en la sala de pool, jugar ping-pong y taca-taca.. En la noche recrearse con una buena película en la terraza  El Fogón.

2 comentarios:

  1. Me causó gran impacto que Juanito falleció tan joven. Me gustaría ver algunas fotos de él.

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  2. Veo que es un gran hotel, soy de apellido Klauser, existe una ligacion de indole familiar con la familia Claussen

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