viernes, 2 de mayo de 2014

familia Miranda



                                           LA FAMILIA MIRANDA

   Cuando actualmente se habla mucho del emprendimiento y capacidad de gestión, todo lo que se diga queda chico ante la fascinante historia de un hombre excepcional; Melitón Miranda  Acuña, nacido en 1873 y que falleció en 1964 en Ovalle. Sus padres fueron Francisco Miranda y Elena Acuña,
  Su vida, un ejemplo de constancia y laboriosidad, la unió el  20 de junio de 1906 con doña María del Tránsito Marín Miranda, nacida en 1883 y fallecida en 1970, formando un hogar cristiano donde florecieron  las virtudes de las antiguas familias chilenas. El casamiento tuvo lugar en Carén, en la casa del contrayente. El tenía treinta y dos años; ella veintitrés años.
 De esta unión  nacieron 12 hijos: ocho varones, Gaspar, Rodolfo, Pedro, Juan, Otto, César, Cirilo y José, todos agricultores y hombres de bien y respetados. Sus hijas fueron Herminda, María, Amanda y Esmerita, distinguidas damas a quienes les brindó una excelente educación. Herminda Miranda Marín,  fue la primera alcaldesa que hubo en Chile y representó a la comuna de Monte Patria (1960-1963), y cuya gestión  fue muy encomiable. Ella cooperó mucho con las mujeres de Monte Patria, e impulsó varias obras de progreso en materia de viviendas, escuelas, caminos, postas, puentes, electrificación, retenes y otros. Pudo haber continuado por un nuevo periodo, pero la salud de su padre le preocupó. 
 Melitón Miranda, el querido y respetado  empresario y ganadero de la zona, falleció a los 91 años de edad. Sus funerales  fueron uno de los más destacados y de gran acompañamiento que se tuviera memoria hace medio siglo, especialmente por la interminable fila de vehículos..En sus solemnes honras fúnebres en la parroquia San Vicente Ferrer, la misa la oficiaron el R.P Gustavo Cereceda Marín,  familiar del extinto, acompañado por el cura párroco Luis Vicente Rodríguez, y los padres Gustavo Cortés, Nibaldo Pinto y el P. Martínez. Tras él quedó esa magnífica estela de señorío y corrección  que fueron y serán siempre el más ejemplar testimonio de jefe de hogar y hombre de trabajo.
                                               CAMINO AL ÉXITO
  Con la muerte de Melitón Miranda se fue el último de los arrieros, de esos que templaron su vida en el duro yunque del sufrir. Perteneció a esa clara estirpe de hombres donde fuera la divisa que campeaba en su indiscutido escudo de armas: Trabajo y Abnegación.
 Nació en Tongoy, desde muy niño se crió y forjó en la dura escuela de la existencia y de todo aquello que la vida ofrece y hace para llegar a la cúspide  de quienes como él lo merecieron..Desde muy niño tomó la responsabilidad de trabajar para ayudar a su madre viuda y hermanos. Toda esa zona supo de sus esfuerzos y afanes de superación. Ahí está la Iglesia de Andacollo, donde en su piara de mulas transportó el material pesado para su construcción, subiendo empinados cerros, bajando y volviendo a subir hasta llegar a la cima. Fueron jornadas agotadoras e interminables.  Ahí está  el legendario  mineral de La Higuera de Tamaya y el cobre de la fundición de Panulcillo de una empresa inglesa y Condoriaco, que lo vieron actuar como el mejor soldado  de su época, dejando un recuerdo imperecedero. Otras temporadas  trabajaba como labriego, sobresaliendo en todo por su pujanza y constancia sin conocer jamás el descanso.
 Hombre inteligente y visionario, el primer fundo que arrendó fueron los viñedos del fundo “Las Trancas”, en Colliguay, propiedad de don Blas Ogalde, donde elaboró en forma artesanal vino y aguardiente . Después hizo sociedad con José Cortés y compraron parte de la hacienda “Agua Amarilla” de propiedad de Pablino Ahumada, “Las Mollacas”, “La Cuestecita”, “Las Coipas” y el campo de “Las Mollacas” del río San Miguel  Su habilidad  empresarial la demostró en la compra  en 1936 de extensos terrenos de pastoreo en la cordillera Argentina de  Valle Hermoso, provincia de  San Juan, departamento de Calingasta a título personal, sin intervención de su socio. Fueron 30 mil hectáreas compradas a Juan Francisco Illanes.  
 Posteriormente los bienes de la sociedad se repartieron entre los dos socios. Los fundos de “La Cuestecita” y “Agua Amarilla” para Melitón Miranda, y “Las Coipas” más el Campo de “Las Mollacas” del río San Miguel quedaron para José Cortés.
 Después compró los fundos “El Peralito” en Pedregal y la estancia de “Higueritas” en Río Hurtado. Por más de treinta años arrendó los fundos “Carachilla” y “Carretones” a la Beneficencia (Religiosas de La Providencia). Su última adquisición fue el fundo “Bellavista en Monte Patria.
                                       CRIANCERO DE GANADO
  Propietario de tres fundos en la comuna de Monte Patria, de extensos pastizales para engorda de ganado en la cordillera de Argentina, y con buenos éxitos económicos en la explotación de dos fundos arrendados, también se dedicó a la crianza de  caballos chilenos de raza y de yeguas reproductoras inscritas. Crió el potro llamado “Templario” que obtuvo el premio de “Sello de Raza” en la Medialuna del Club de Rodeo de Ovalle, cuando se corrió el Champion de Chile.
 Como criancero de ganado, llegó a tener más de mil vacas, aparte de las yeguas y caballares. También era dueño  de más de 2.000 ovejas.
 Le dio ocupación  a centenares de trabajadores agrícolas en sus fundos y a personas que se encargaban del cuidado del ganado mayor y menor. Se le consideró como un muy buen patrón, ya que siempre demostró preocupación por los trabajadores, en base a su buen trato y el justo pago de las labores que desarrollaban.
En el fundo “Cuestecita” tuvo un molino de piedra que se movía con la corriente de agua día y noche y en cual se molía  harina de trigo, arvejón, chuchoca, y otros productos además de porotos y trigo con que se abastecía gran parte del mercado ovallino. Al regimiento Arica de La Serena, Valparaíso, enviándose por tren desde estación  de Juntas.
 En todas y cada una de sus actividades dejó Melitón Miranda Acuña, la imborrable huella de su labor, de su afán de hombre de superación que cerró con un capítulo de la historia, la del verdadero esfuerzo del titán que arranca a la tierra sus primicias,.
                                         PERFIL HUMANO
 Como tuvo que trabajar desde niño, no pudo estudiar. Fue un autodidacto. inteñigente. que aprendió     a leer y escribir, sacar cuentas con rapidez y tomar buenas decisiones si se trataba de negocios. La universidad de la vida lo moldeó muy bien, dando la impresión de gran cultura  y respetp hacia su persona-.En su fundo de  Cuestecita tenía una excelente casa patronal con todo tipo de comodidades, incluso fue el primero que instaló teléfono alámbrico lo que le servía para realizar negocios.
 Económicamente era muy solvente y era uno de los mejores clientes que tenía el Banco del Estado de Ovalle. Fue el primer agricultor de la comuna que se compró un  Cadillac blanco. Tenía camión  y maquinarias agrícolas para arar,  sembrar, aventar el trigo, para el cultivo de la tierra. Gracias a su iniciativa se trazó el camino nuevo hasta esos lugares
 Su figura imponente, de 1 metro 80 imponía respeto, pero tenía un corazón grande para sus trabajadores que continuaban de generación en generación  hasta la actualidad. Inculcaba a sus trabajadores a superarse, y a cada uno lo beneficiaba con un pedazo de terreno para sus huertos. Cada mañana  se les entregaba un litro de leche y una telera de pan. Cada fin se semana se les pagaba su salario. Como si fuera poco, los animales  de los  trabajadores más emprendedores eran llevados a las empastadas  cordilleras junto con los del patrón. Tenía  gran confianza en su gente. Un arriero cruzaba  la cordillera a San Juan y Calingasta para pagar los impuestos.
  Pese a su buena situación, nunca ocultó su pasado. Lo admiraban por su modo de ser. Se sabia su vida de esfuerzos, de sufrimientos, que había trabajado duro  y había pasado la cordillera a  lomo de mula con nieve y frío,  soportando la soledad. Sus experiencias las traspasó a sus hijos, los moldeó a su manera, les entregó consejos y los hizo trabajar a su lado para guiarlos por la senda del bien, del esfuerzo y la superación.
                                              SUS AMIGOS ARGENTINOS
 Tenía admiración por Argentina, tenía muchos amigos al otro lado de la cordillera donde era dueño de extensos terrenos. Desde el vecino país venían a caballo a territorio chileno y se alojaban en su casa de Cuestecita. Muchos de ellos peregrinaban a la Fiesta de la Virgen de Andacollo en el mes de diciembre.
 Acá conocían  a sus famosos hijos, a los que llamaban “huasos Miranda”. Eran altos, buena figura, elegantes, orgullo del huaso chileno por su gallardía.
  Toda la familia  era cristiana  católica; cada año  en agosto los Padres  Misioneros del Corazón de María, iban por nueve días a Carachilla para la novena de la Virgen del Transito el día 15. .Generosos con la iglesia, cada año enviaban  sacos de cosechas  y también para la casa de huérfanos  de La Providencia. Además  realizaban donativos a la parroquia de Sotaquí.
  Melitón Miranda  Acuña, el último arriero es una verdadera leyenda en la provincia del Limarí, un hombre excepcional de los que ya no quedan. Dejó un gran legado a sus hijos, sobrinos y nietos, de que todo es posible cuando se pone esfuerzo, dedicación, perseverancia  y trabajo por lograr un objetivo en la vida.
 Al redactar esta interesante historia, tuve en mi mente la figura de mi inolvidable, leal  y gran  amigo don Rodolfo Miranda Marín (qepd)  y su apreciada y distinguida hermana María Miranda Marín que reside en Ovalle.

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